viernes, 23 de noviembre de 2012

¿Por qué nos ilusionamos?

Nos ilusionamos con tanta frecuencia. Y con tanta frecuencia nos ilusionamos con cosas imposibles. Me pregunto por qué lo hacemos si sabemos que no lo vamos a conseguir. Será por eso a lo que llaman esperanza. La que nos da fuerzas para seguir adelante aún sabiendo que vamos a perder más que vamos a ganar. El objetivo es una causa perdida pero, aún así, nos embarcamos en una lucha imposible por intentar conseguirlo, con la esperanza de que al final saldremos victoriosos de ella, demostrándoles a los demás que si te lo propones todo es posible.
Pero llega el momento en que la verdad nos golpea sacándonos de nuestro error. Y en que tenemos que admitir que lo único que hemos hecho es gastar energías en un sueño que tan solo era eso, un sueño, algo que no se hará realidad.
¿Cómo superar el desconsuelo por no haber conseguido lo que nos proponíamos? ¿Cómo recuperar ese tiempo perdido? No creo que haya ninguna forma concreta. Te pasarás unos cuantos días furiosa y triste haciendo creer a ti misma que no va a hacerse realidad, aunque en realidad una pequeña parte de ti sigue teniendo la esperanza de que alguna cosa, más cercana al milagro que a la realidad, hará que consigas lo que deseas. Pasará un tiempo y te darás cuenta de que ya nada te dará lo que buscas. Y entonces estarás más triste de lo que estabas. Te pasarás así unos días hasta que te darás cuenta de que no vas a cambiar nada y de que la vida sigue. Por que normalmente ese deseo era una tontería que no merecía que perdieras tanto tiempo preocupándote por ella. Normalmente.