viernes, 21 de junio de 2013

Soy una imitadora


Hace unos días me di cuenta de una cosa que me molestó mucho: soy una imitadora. Esto lo digo sobretodo por mi blog. Me he dado cuenta de que hay bastantes cosas de este blog que no han salido de mi imaginación. Los he visto en otros blogs y he pensado ''Vaya, que bonito, yo quiero algo así en mi blog''. Y aquí está. No me malinterpreteis, no estoy diciendo que copie literalmente. No es que me dedique a plagiar lo que hacen los demás. Pero me falta esa originalidad que tienen algunos. Quiero decir que veo muchos blogs que me encantan porque añaden cosas nuevas, cosas que a nadie (al menos ningún blogger que yo conozca) se le habrían ocurrido. Y luego estoy yo, que soy la chica que ve esas cosas y piensa ''¿cómo no se me habrá ocurrido?''. Lo único que se salva son mis entradas. ¿O no?
También me di cuenta de que, aunque los temas de mis entradas son fruto de mi imaginación, mi forma de escribir se ha visto influenciada por lo que he leído de otras personas. Por un lado eso me parece bueno porque me ha permitido mejorar como escritora (si se me puede llamar así), pero por otro lado me pregunto si eso ha hecho que deje de tener un estilo propio, algo en la forma de escribir que me diferencie de otras personas. Porque nadie quiere ser una fotocopia, todos queremos destacar por algo. 
¿Puede esto aplicarse a otros aspectos de mi vida? ¿Quien sabe? De eso ya hablaremos en otra entrada.

Espero que os haya gustado la entrada. Puede que haya sido un poco diferente, pero era una cosa que se me ocurrió hace tiempo y quería escribirlo. Puede que sea una tontería. ¿Quien sabe?

sábado, 25 de mayo de 2013

Diferente



Siempre ha habido gente que ha creído que era distinta a las demás. Distinta por tener gustos diferentes, por tener un color de piel diferente, por tener una orientación sexual diferente.
Y siempre ha habido gente que ha despreciado a esa gente diferente. Solo porque no hacía lo que la mayoría de la gente hacía, pues en teoría lo que hace toda la gente está bien, y lo que hacen unos pocos es motivo de burla o desprecio.
Pero resulta que esta gente que se burla también cree que es distinta a los demás, que es especial. Si es diferente ¿no deberían ser despreciados? ¿No serían igual que los mismos a los que desprecian? Si son todos son diferentes ¿no pasarían a ser iguales?
Al final, resulta que todos acabamos siendo lo mismo: personas que se creen diferentes pero que resultan ser iguales por creerse diferentes. Al final nos encontramos con que no hay nadie diferente, porque ¿has visto alguna vez a alguien que haga algo que solo el hace? ¿Qué tenga algo que solo el tiene? Aunque haya personas que para nosotros sean únicos es imposible que tenga algo que otra persona no tenga.
Nuestras diferencias nos acaban haciendo iguales, con lo cuál no hay motivo para que otra persona se burle. El único motivo que queda es burlarse por el placer de burlarse, por creer que eres superior y te puedes burlar. O por odio hacia la persona de la que te burlas.