Mis amigos hacían el idiota gritando y corriendo. Pero yo me quedé en silencio y ande. Tenía el mismo miedo que, supuestamente tenían ellos, pero estaba normal. En estas ocasiones me sorprendo a mí misma. Me da miedo montarme en algunas atracciones de la feria como el barco, debido a su altura, pero, sin embargo, no me da miedo andar de noche por un lugar con poca luz, lleno de matorrales en los que bien puede estar escondido alguien, habiendo visto a alguien sospechoso en una vía del tren y sola. Lo mío no es normal
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