¿Y si nos olvidáramos de los complejos?

Todo el mundo ha tenido complejos alguna vez. La sociedad es cruel. Y determinadas personas aún más. Sin motivo aparente se divierten insultándote, mofándose de ese pequeño defecto que agrandan con sus palabras. Rien tan alto que no escuchan tus sollozos.
Tú ya has aceptado que eres un ser demasiado imperfecto. Has asumido que tienen razón, que no vale la pena negarlo. Te sumes en tu tristeza, intentando aparentar todo lo contrario hasta que te derrumbas. Un día cualquiera lloras y te das cuenta de lo que te están haciendo esos insultos. Pero ya es tarde, no supiste evitarlo a tiempo y ahora ellos no van a abandonar ese hobby tan particular.
Todo el mundo a tenido complejos. Y todo el mundo ha tenido a alguien que aumentara esos complejos. Todo el mundo a tenido a alguien que no la dejaba en paz. Pero las cosas algún día acaban. Algún día esos intentos de ser humano dejan de meterse contigo. Alguien sale a defenderte. O tú misma logras superar tu miedo a que tengan razón y acabas con sus críticas.
Mientras tanto tú estás aquí, leyendo estás líneas mientras te sientes identificada o piensas que esta entrada es para entretenerte.
Y yo estoy aquí escribiendo las líneas para ti querido/a  lector/a. Para decirte que siempre habrá gente con complejos. Y que siempre habrá gente cruel que no tenga en cuenta las consecuencias de sus palabras y de sus actos. Para intentar recordarte que todos somos seres imperfectos, por fuera o por dentro. Que tu prioridad no tiene que ser gustar a los demás, sino gustarte a ti. Puede que a veces tengas miedo de no ser aceptada. Pero no merece la pena cambiar si no es por ti. Porque al igual que hay gente cruel que te recordará porque no debes ser como eres, también habrá gente buena que te recordará porque debes seguir siendo tú.

Dedicada a esas grandes personas con grandes complejos que tienen que aguantar a idiotas sin cerebro que no les dejan en paz.